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Estados Unidos y Japón han delineado la actualización más significativa de su alianza militar conjunta desde 1960, advirtiendo que la postura agresiva de China plantea el “mayor desafío estratégico” en la región del Indo-Pacífico y más allá.
Los aliados quieren reforzar sus vínculos en materia de seguridad para responder a lo que consideran una amenaza creciente por parte de China. En una reunión bilateral celebrada el domingo, Antony Blinken, Lloyd Austin y sus homólogos japoneses analizaron cómo China emplea la coerción política, económica y militar sobre países, empresas y la sociedad civil, según un comunicado.
“Este comportamiento es una grave preocupación para la Alianza y toda la comunidad internacional, y representa el mayor desafío estratégico en la región del Indo-Pacífico y más allá”, afirma el comunicado.
Al comienzo de su reunión con la ministra de Asuntos Exteriores japonesa, Yōko Kamikawa, Blinken dijo: “Vemos a Estados Unidos y Japón uno al lado del otro en muchos lugares donde es importante en todo el mundo”.
Un aspecto central de su acuerdo, del que informó por primera vez el Financial Times, es una modernización histórica de la estructura de mando militar de Estados Unidos en Japón, que implicará poner un mayor control operativo en manos del liderazgo estadounidense con base local.
La coordinación entre los aliados se ha visto obstaculizada durante mucho tiempo porque, aunque aproximadamente 50.000 efectivos militares estadounidenses están estacionados en Japón, las Fuerzas de Estados Unidos en Japón (USFJ) carecían de autoridad de mando y control. Japón ha tenido que lidiar más con el Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos en Hawái, que está a 19 horas detrás de Tokio y a 6.500 kilómetros de distancia.
Según funcionarios con conocimiento de las conversaciones, la mejora implica colocar a un comandante de tres estrellas y al personal que lo acompaña en Japón. La USFJ se reconstituirá como un cuartel general de fuerza conjunta para permitir que sus ejércitos cooperen y planifiquen de manera más fluida, en particular en una crisis como un conflicto en Taiwán. Es poco probable que el comandante de tres estrellas, que reportaría al comandante del Indopacom, sea de la Marina de los EE. UU., dijo uno de los funcionarios.
Los detalles se dieron a conocer tres meses después de que el presidente Joe Biden y el primer ministro japonés Fumio Kishida acordaran en una cumbre en Washington modernizar la estructura de su alianza.
Los funcionarios involucrados en ambos lados de los preparativos para la reunión del domingo expresaron sorpresa por la rapidez con la que el acuerdo se había traducido en acción, pero destacaron una situación de seguridad regional cada vez más frágil con la inestabilidad creada por China, Rusia y Corea del Norte.
En la declaración conjunta, Estados Unidos y Japón también acordaron reforzar el entrenamiento y los ejercicios bilaterales en las islas del suroeste de Japón, que Tokio llama islas Nansei, donde China ha aumentado recientemente su presencia naval.