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Washington y Beijing han creado dos grupos de trabajo para abordar cuestiones económicas y financieras, en el último esfuerzo por aumentar el compromiso y estabilizar la turbulenta relación entre Estados Unidos y China.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, y su homólogo chino, el viceprimer ministro, He Lifeng, supervisarán los grupos, que se producen dos meses después de que Yellen visitara Beijing para reunirse con altos funcionarios económicos chinos.
Yellen dijo que el establecimiento de los grupos, que se basó en su visita en julio, marcó “un importante paso adelante en nuestra relación bilateral”. Añadió que los grupos “servirían como foros importantes para comunicar los intereses y preocupaciones de Estados Unidos” y promoverían una sana competencia económica entre los rivales.
La medida se produce una semana después de que el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, mantuviera una reunión secreta de dos días con el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en la que los dos países acordaron mantener consultas en áreas que van desde la política de Asia-Pacífico hasta cuestiones marítimas. Un alto funcionario estadounidense dijo que los funcionarios también acordaron discutir el control de armas.
También siguió a un viaje a China el mes pasado de la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, quien estableció varios canales formales nuevos para el diálogo, incluido un intercambio de información sobre controles de exportaciones y un “grupo de trabajo sobre cuestiones comerciales” para abordar conflictos sobre comercio y tecnología.
El Tesoro de Estados Unidos dijo que el grupo económico trabajaría para estabilizar la relación económica bilateral y proporcionaría un canal para que los países cooperen en temas globales como la reestructuración de la deuda de los países de ingresos bajos y medios. El grupo de trabajo financiero abordará cuestiones regulatorias y de estabilidad financiera.
La creación de los grupos es la última señal de que los países están trabajando para superar la disputa que estalló en febrero cuando un presunto globo espía chino sobrevoló América del Norte antes de ser derribado.
Esa crisis descarriló un acuerdo anterior para reiniciar las relaciones entre el presidente estadounidense Joe Biden y el líder chino Xi Jinping cuando se reunieron en la cumbre del G20 el año pasado en Bali, Indonesia.
Funcionarios estadounidenses y chinos están en conversaciones sobre una posible segunda reunión cara a cara si Xi asiste a la cumbre de Cooperación Económica de Asia Pacífico en San Francisco en noviembre. Los expertos están observando de cerca las señales sobre los planes de Xi después de que se saltó la cumbre de líderes del G20 en India el mes pasado.
Beijing ha sido relativamente comedido en su retórica contra Estados Unidos en los últimos meses, diciendo que la visita de Yellen había generado “expectativas positivas para las relaciones bilaterales”.
Los medios estatales también informaron que Xi respondió recientemente a una carta de un descendiente del general Joseph Stilwell, saludando al oficial estadounidense que comandó las fuerzas estadounidenses en China, Birmania e India durante la Segunda Guerra Mundial como un “viejo amigo del pueblo chino”.
La lucha conjunta de los países “por la paz mundial” podría inspirarlos a “ayudarse mutuamente a tener éxito y alcanzar la prosperidad juntos”, según se informa, dijo Xi.
La administración Biden también está monitoreando las señales de la reciente agitación política en China. Beijing destituyó a Qin Gang como ministro de Relaciones Exteriores en julio, después de que el diplomático estuvo ausente de la vista pública durante un mes.
Funcionarios estadounidenses dijeron recientemente al Financial Times que Beijing estaba investigando a Li Shangfu, el ministro de Defensa, quien no ha aparecido en público durante más de tres semanas.
En julio, Xi también despidió a los dos principales generales de la Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación, un comando de élite que controla el arsenal nuclear del país en rápida expansión.