Durante el primer trimestre de 2023, la importación de semiconductores por parte de Estados Unidos aumentó un 13%. Esta cifra demuestra inevitablemente que el país aún tiene un largo camino por recorrer…
Durante el primer trimestre de 2023, la importación de semiconductores por parte de Estados Unidos aumentó un 13%. Esta cifra prueba inevitablemente que el país aún tiene un largo camino por recorrer antes de lograr alguna forma de soberanía. Por otro lado, China busca obtener la independencia, indirectamente forzada por las restricciones estadounidenses.
A pesar de la Ley de Chips, Estados Unidos sigue importando chips masivamente
Para Estados Unidos, los países del continente asiático siguen siendo sus proveedores más cercanos. Malasia, Tailandia, Taiwán y Corea del Sur son los principales socios del país para la importación de semiconductores. Según Gartner, Estados Unidos importó por $ 15.4 mil millones en chips en el primer trimestre de 2023.
Una cantidad sustancial que contrasta con la caída de las ventas globales de chips del 21,3%, alcanzando los 119.500 millones de dólares. Todo esto subraya la magnitud del desafío que se ha planteado el país: tratar de producir el mayor número posible de semiconductores en su suelo, en detrimento de las importaciones. Es con esto en mente que la administración Biden lanzó la Chips and Science Act, una nueva ley cuyo objetivo es subsidiar masivamente la producción nacional de semiconductores. utilizando un sobre de 52 mil millones de dólares.
Entre julio de 2022, cuando se anunció la ley, y abril de 2023, numerosas empresas han invertido en Estados Unidos por un total de 204.000 millones de dólares. Este es el caso de Micron, Intel o TSMC quién debe construir fábricas en territorio estadounidense. Sin embargo, será necesario esperar varios años antes de que estos sitios salgan a la luz y comiencen a producir. Estados Unidos todavía tiene que importar los componentes que necesita.
China obligada a recortar importaciones por restricciones de EE.UU.
Por su parte, China, el mayor rival tecnológico de Estados Unidos, importó 146.800 millones de componentes electrónicos, incluidos chips, en el primer trimestre de 2023. Una cifra un 21,1% inferior a la del primer trimestre de 2022. Según información de Correo de la mañana del sur de Chinael número de chips importados por China cayó un 11,4% en un año.
La principal causa de esta caída: el endurecimiento de las sanciones estadounidenses. En octubre de 2022, Washington pidió a las empresas estadounidenses que restringieran la exportación a China de chips de alto rendimiento y las máquinas que permiten su producción. Con el deseo de penalizar a Beijing tanto como sea posible, la Administración Biden ha pedido a sus aliados que a su vez restrinjan las exportaciones. Como resultado, los Países Bajos y Japón, que sin embargo se encontraban entre los socios privilegiados de China, se pusieron del lado de los Estados Unidos.
Por lo tanto, China ha decidido trabajar el doble para lograr su soberanía en el mercado de semiconductores. Por lo tanto, el gobierno chino ha reformado su política de subsidios para ayudar a que su industria de chips se recupere. Recientemente, colocó a un nuevo director al frente de su fondo soberano dedicado a este sector: el Big Fund.