Estados Unidos deportó a su primer grupo de inmigrantes venezolanos el miércoles, tras un gran avance tras años de negativa del gobierno de Caracas.
La deportación se produjo en medio de una represión más amplia contra los inmigrantes y un deshielo de las frías relaciones con el país sudamericano.
Un avión Boeing 737 despegó de Harlingen, Texas, con destino a Caracas vía Miami, y transportaba a unos 130 pasajeros. El gobierno socialista de Venezuela se negó anteriormente a aceptar deportados, aunque llegó a un acuerdo para permitirlo a principios de este mes.
Alrededor de 7,7 millones de venezolanos han huido de su país en los últimos años, según las Naciones Unidas, y más de 22.000 cruzaron ilegalmente a Estados Unidos sólo en agosto.