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El ejército estadounidense atacó dos instalaciones en el este de Siria que identificó como vinculadas a milicias respaldadas por Irán, dijo el secretario de Defensa, Lloyd Austin, tras más de una docena de ataques contra fuerzas estadounidenses en la región en las últimas semanas.
Los funcionarios estadounidenses enmarcaron los ataques como defensa propia, pero la acción, la primera desde que estalló la guerra entre Hamas e Israel este mes, podría generar temores de que el conflicto se extienda a toda la región.
Los ataques se produjeron tras 19 ataques con cohetes y drones contra fuerzas y bases estadounidenses en Irak y Siria desde el 17 de octubre, que han herido a 21 miembros del servicio. Un contratista ciudadano estadounidense murió de un ataque cardíaco mientras corría hacia un refugio.
Austin describió los ataques como “estrictamente adaptados” y defensivos, destinados a proteger a las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria. «Estos ataques de precisión de autodefensa son una respuesta a una serie de ataques en curso y en su mayoría infructuosos contra personal estadounidense en Irak y Siria por parte de grupos de milicias respaldados por Irán», dijo.
Las instalaciones cerca de Abu Kamal en Siria fueron utilizadas por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y grupos afiliados, dijeron funcionarios de defensa. Uno era un área de almacenamiento de armas y el otro un área de almacenamiento de municiones. Dos F-16 estadounidenses llevaron a cabo los ataques el viernes por la mañana.
Los ataques demuestran el esfuerzo de la administración Biden para disuadir a Irán de atacar a las fuerzas estadounidenses en la región y al mismo tiempo evitar inflamar aún más un conflicto entre Israel y Hamás, que cuenta con el respaldo de Teherán.
«No buscamos ampliar el conflicto ni escalarlo», dijo un alto funcionario de defensa estadounidense. «Nuestro deseo es que los líderes más importantes de Irán ordenen a sus representantes y milicias que cesen estos ataques contra el personal estadounidense en Irak y Siria».
Los ataques se producen mientras Washington está fortaleciendo su presencia de tropas y defensas aéreas en Medio Oriente. Desde que Hamás lanzó un ataque sorpresa contra Israel el 7 de octubre, Estados Unidos ha enviado 2.000 marines a la región y desplegado dos grupos de ataque con portaaviones para disuadir a Irán.
Estados Unidos ha pedido a Israel que retrase una invasión terrestre de Gaza, que controla Hamas, para dar tiempo a instalar defensas aéreas. Hay 900 soldados estadounidenses en Siria y 2.500 en Irak ayudando a las fuerzas locales que luchan contra ISIS.
El Pentágono dijo el jueves que enviaría o había enviado otros 900 soldados a la región, incluso para operar sistemas de defensa aérea.
Los ataques en Siria fueron “separados y distintos del actual conflicto entre Israel y Hamás, y no constituyen un cambio en nuestro enfoque hacia el conflicto entre Israel y Hamás”, dijo Austin. «Seguimos instando a todas las entidades estatales y no estatales a no tomar medidas que puedan derivar en un conflicto regional más amplio».
Añadió que «estos ataques respaldados por Irán contra las fuerzas estadounidenses son inaceptables y deben cesar», advirtiendo que «no dudaremos en tomar más medidas necesarias para proteger a nuestro pueblo».
Estados Unidos atacó por última vez objetivos vinculados a Irán en el noreste de Siria a finales de marzo, después de un ataque a una base estadounidense que resultó en la muerte de un contratista, dijo el alto funcionario militar.