Según Patrizia Cavazzoni, alta funcionaria de la FDA, esta aprobación ayuda a “millones de personas en los EE. UU.” a reducir la barrera de la anticoncepción. De esa manera no tienen que ver primero a un médico para que les recete la píldora y tienen un acceso más fácil a la anticoncepción.
En varios países, la píldora ya está disponible como anticonceptivo sin receta, pero en los EE. UU., donde la ley del aborto se ha endurecido recientemente, esto es un duro golpe.
Casi la mitad de los poco más de seis millones de embarazos de los EE. UU. cada año no son planificados. “La disponibilidad de Opill sin receta puede ayudar a reducir la cantidad de embarazos no deseados y su impacto negativo asociado”, dijo la FDA.
El momento exacto en que el producto saldrá al mercado depende del fabricante. Opill, que produce HRA Pharma, recientemente adquirida por la multinacional estadounidense Perrigo, ya estaba disponible en el país, pero con receta médica.