La semana pasada se supo que unos piratas informáticos habían robado los datos de contacto de todos los empleados de la policía irrumpiendo en un ordenador policial. Esto incluía nombres, direcciones de correo electrónico, números de teléfono y, en algunos casos, información privada. Los servicios secretos y de seguridad llevan años alertando sobre un aumento de los ciberataques procedentes de países como China, Rusia e Irán.