José María Bilbao, exvicepresidente de Liniers, habla del chico al que ayudó a ser campeón: «Una fortaleza mental extraordinaria, empezó con nosotros como defensa y luego fue evolucionando. Me fui a Milán con él: está bien en el Inter»
Brazalete de boda y de capitán. Lautaro Martínez cada vez más hombre, padre, líder. Vida y carrera entrando en una nueva fase. Pero no olvida dónde empezó todo: los viajes con su padre Mario y su hermano Alan para ir a la cancha de Liniers en Bahía Blanca, los partidos que resolvía solo, la evolución a delantero. Así lo cuenta Jose María Bilbao, exvicepresidente del club donde Lautaro se crió de niño (llegó con 10 años) y debutó en el primer equipo con quince años antes de recalar en el Racing de Avellaneda.