Estaba en la cima del mundo, terminó jugando en Tailandia: la historia del meteorito Milan Adiyiah

En octubre de 2009 Dominic Adiyiah gana el título de máximo goleador y también el de mejor jugador del Mundial Sub-20. El AC Milan se enamoró y en 2010 se lo llevó a Italia. Pero años después, su historia no es exactamente la de los predestinados.

En Egipto, en 2009, entre la sorpresa general, el Mundial sub-20 lo ganó Ghana. Es 16 de octubre, la final termina en los penaltis y los africanos vencen a la Brasil de Douglas Costa, Ganso y Toloi. En la selección de Ghana hay algunas caras conocidas del fútbol italiano como Badu y Mensah, ambos pasados ​​al Udinese tras la victoria en el mundial. Pero el que se roba el ojo es otro futbolista. Dominic Adiyiah es prácticamente imparable. En el torneo llegó incluso a marcar 8 goles, ganando el título de máximo goleador y también el de mejor jugador de la competición. La actuación del delantero no parece dejar dudas, está predestinado. Y en enero de 2010 el Milán se lo llevó a casa por más de un millón de euros.

METEORA ROJA Y NEGRA – Es una pena que la historia de Adiyiah no sea para nada la de una afirmación en el fútbol que cuenta. En los rossoneri queda poco, el tiempo justo para entrenar con el primer equipo sin ver nunca el césped y disputar unos partidos con el Primavera. Luego, en el verano siguiente, tras el Mundial en el que falla uno de los penales que condenan a Ghana ante Uruguay, comienza su personalísima… gira mundial. En realidad, el ghanés había seguido con el trabajo, porque los rossoneri se lo compraron a los noruegos de Fredrikstad, quienes a su vez lo habían descubierto en casa. Dejó Milán por tres préstamos. El primero, en Reggio Calabria, trae como dote sus dos únicos goles italianos. Luego, los siguientes, en el Partizan de Serbia y en el Karşıyaka de Turquía, confirman la sospecha: el chico es un relámpago. Adiyiah, sin embargo, no se defrauda y sigue buscando su sitio en el mundo del fútbol.

MAS Y MAS AL ESTE – Sus largas andanzas lo llevan cada vez más al este. Primero en Ucrania, donde con la camiseta del Arsenal el Kiev también consigue entrar en la red unas cuantas veces más, sin rozar nunca las dobles cifras. Luego en Kazajistán, donde el Atyrau le da la bienvenida, sin recibir a cambio actuaciones convincentes. Y por fin, el ghanés encuentra su sitio: en Tailandia. El primer equipo que cree en él es el Nakhonratchasima, que sigue siendo el club con el que más ha marcado en su carrera: 20 goles en casi 100 partidos a lo largo de tres temporadas, antes incluso de llegar a la segunda división en el Chiangmai United. Sin embargo, a principios de 2021 decide que la relación laboral debe terminar con el despido. No es exactamente lo que se esperaba de una carrera Balón de Oro del Mundial Sub-20. Y quizás, varios años después de su recopilación, los de Don Balón que lo incluyeron en la lista de los mejores futbolistas nacidos después de 1989… ¡se dieron cuenta de que habían exagerado con los pronósticos!



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