Por Isabel Panqueque
¡Por diez libras te llevas una bolsa sorpresa! En las instalaciones de RAW en Berlín-Friedrichshain se ha abierto una máquina llamada “Secret Packs”. Vende paquetes de devolución que normalmente terminarían en la basura.
Así funciona: introduce dinero o paga con tarjeta, marca el número y recoge el paquete en el mostrador. El contenido: ¡una sorpresa! Ropa, cables, cuchillos de cocina, fundas para móviles.
“Lo más valioso fue un accesorio blanqueador por unos 300 euros. Ya teníamos un dron, una tableta y un Lego Lamborghini”, dice a BZ el operador Domenik (30) de la empresa “Loot Pack Hunters”.
El veraneante italiano Alfonso (52) no corre la misma suerte: su adquisición más valiosa es una camiseta roja de “Mitchell & Ness” (valorada en 20 euros). Su familia invirtió 40 euros en la camiseta, dos camisetas deportivas y un cable indefinible.
Recargado varias veces al día.
La máquina (justo detrás de “Wursthain”) se rellena con nuevas devoluciones dos o tres veces al día. Los domingos, de vez en cuando, hay un puesto de venta adicional con paquetes demasiado grandes para la máquina. El operador: “Compramos las devoluciones a un mayorista. El consumidor medio ni siquiera puede llegar a ese punto”.
Las direcciones del destinatario y del vendedor deben estar tachadas; el operador no tiene ninguna influencia sobre el contenido del paquete. Además de las devoluciones, en la máquina también se encuentran los paquetes que no se pudieron entregar o a los que se les negó la aceptación.
Actualmente, cualquier cosa puede estar en los paquetes: incluidos los juguetes sexuales. Hasta el momento no existe ninguna norma legal que exija un control de edad.