Espectáculo de furia, ¡es el rey de los pesos pesados del WBC frente a los 100k en Wembley! y ahora retiro
Un derechazo a la barbilla y el estadio de Wembley, repleto de público y salpicado de luces, estalla de alegría. Un golpe al campeón mundial de peso pesado del CMB, Tyson Fury, fue suficiente para defender el título contra el retador Dillian White. Un reto boxístico íntegramente inglés, un gran espectáculo y un gran negocio ante casi 100.000 espectadores, que confirmaron que Inglaterra es la meca del boxeo, junto a Estados Unidos. También confirmó la clase del “Gypsy King”, el rey gitano, un gigante de 2,06 para un peso de 126 kilos (como el de Primo Carnera), imbatido tras 33 partidos: 32 victorias y un igual en el primer reto de la trilogía con Deontay Wilder, luego compensado con creces por dos aciertos.
El partido
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Whyte, un año mayor (34 a 33) y 13 centímetros más bajo (1,93), no pudo hacer nada en este derbi inglés. La extensión menor lo obligó a sufrir el jab de izquierda doblado por el campeón. Sus intentos de acortar la distancia nunca tuvieron ningún efecto. Fury ganó todas las rondas, excepto quizás el primer empate, antes de cerrar con ese tiro espectacular. Primera toma de estudio. Fury en guardia normal, White en guardia derecha. Prácticamente no pasa nada. En el segundo White vuelve a la guardia normal y en dos ocasiones consigue acortar la distancia llevando a Fury a las cuerdas, pero este esquiva y mete los mejores tiros. En la tercera vuelta de Fury volvieron a aparecer los mejores tiros, sobre todo los directos muchas veces doblados, facilitados por la mayor extensión. En el cuarto, un cabezazo y un provocativo atuendo de White obligan al árbitro a intervenir y dividir a duras penas a los boxeadores. Ponen nervioso al campeón, pero sigue controlando el partido. El quinto round es el más claro a favor de Fury. Un uppercut al cuerpo y la habitual combinación de dos directos neutralizan cualquier ambición del rival.
El golpe decisivo
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Es el ensayo general del epílogo. A los 2’59” del sexto round en el medio del ring, el uppercut de Fury pasa por debajo de los brazos de White, le alcanza en el mentón, remata la carrera deslizándose hasta su oreja izquierda y lo tira al suelo. El árbitro inicia el conteo. El retador logra ponerse de pie tambaleándose y parece poder reanudar. Pero sus piernas no pueden sostenerlo, su cabeza se nubla y literalmente se derrumba en los brazos de Mike Layson, quien no puede evitar decretar el final de la lucha.
La canción
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Fury, el rey gitano, sigue siendo campeón. Da gracias a Dios, dice estar orgulloso de Inglaterra y canta perfectamente afinada “Miss American Pie”, pieza icónica de Don Mc Lean, dedicada a su esposa. Un telón que le confirma como un auténtico show man, además de gran campeón de boxeo y, quién sabe por cuánto tiempo, rey del mundo. De no ser así, será retirado, como se anunció en la víspera y se reiteró tras el partido.
23 de abril de 2022 (cambio 24 de abril de 2022 | 00:15)
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