Es una Real infinita: remontada épica ante el City. El 28 en París la final de la Champions League con el Liverpool

Los Citizens, adelantados en la segunda parte con Mahrez, recogen el doblete de Rodrygo (90′ y 91′). En la prórroga, el penalti de Benzema decide

Real Madrid infinito, una vez más. El partido del Bernabéu ofrece menos goles que el Etihad, pero blancos y Citizens dan vida a 120 minutos de emociones, sorpresas e intensidad de infarto. Al final se impone el conjunto de Ancelotti, capaz de asestar otra remontada espectacular, fruto de un prodigioso doblete de Rodrygo entre el 90′ y el 91′ ante el inevitable fichaje de ‘Etoile’ Benzema, bomber royal en el XV central europeo este estación.

City y Guardiola se ilusionan con Mahrez, derrochan demasiado como en la ida y caen en la pesadilla a un paso de la meta al fallar la segunda final europea tras la que perdieron la temporada pasada. El Real Madrid competirá por el título por decimoséptima vez el próximo 28 de mayo en París. Ancelotti puede así perseguir otra obra maestra y los blancos persiguen el 14º título ante los mismos rivales de la última vez, los rojillos, que buscarán revancha tras la atrevida eliminatoria de hace cuatro años.

LAS OPCIONES

Llamado a recuperar el nocaut de Etihad, Ancelotti tuvo que prescindir de Alaba (en su lugar Nacho) pero encontró en Casemiro fundamental para el equilibrio de la defensa y el mediocampo. Enfrente, como era de esperar, Valverde en el trío ofensivo para dar más sustancia en la fase de cobertura y recuperación de balón.

NERVIOS DE TESIS

La banda de Guardiola salta al campo del Bernabéu para comandar los bailes como es habitual, pero esta vez la Real logra evitar ser aplastada en los últimos 30 metros. La presencia de Casemiro, punta baja en el centro del campo para actuar como escudo de la defensa, garantiza solidez y protección para frenar, al menos en parte, las constantes inserciones de Bernardo Silva y Foden. Mientras tanto, gracias a la dirección de Kroos y Modric, los blancos consiguen encontrar buenos espacios para golpear con rápidas verticalizaciones. A los 4′ el primer disparo de Benzema, que desperdicia la cabeza tras colarse entre Dias y Laporte, luego una zurda violenta de Vinicius desde una posición descentrada y la doble respuesta de los ciudadanos con una penetración de Bernardo Silva (derecha desviada por Courtois) y un jab de Gabriel Jesús un suspiro alto. Los ritmos pronto se ponen muy altos y la temperatura también sube, hasta el punto de obligar a Orsato a mostrar dos tarjetas amarillas a Laporte y Modric por un atisbo de pelea (en la ocasión, Casemiro indultado por un jaleo). El público en el Bernabéu alimenta el patetismo subrayando cada reinicio de los blancos con rugidos estrepitosos, protestando en voz alta un empujón de Walker sobre Vinicius lanzado a la red y aplaudiendo a Courtois, listo y reactivo ante una contundente conclusión de Foden. En todo ello, Guardiola observa y gesticula al margen porque ve a un City impreciso, precipitado e incluso tratado con miedo a la hora de subir la presión, gracias a la habilidad de los blancos para manejar el balón y atacar los espacios.

DUCHA CONGELADA

Con el paso de los minutos, Modric toma la silla y el Madrid gana terreno, mientras el City se arriesga a ser sorprendido en el inicio de la segunda mitad: tres toques, centro de Carvajal y lateral izquierdo de Vinicius, que se come las manos por la gigantesca oportunidad que le lanzan. el viento Es la señal que inaugura 20′ de forzamiento de los blancos aguerridos por tres melés ilusionados a escasos metros de Ederson, siempre protagonista de un Vinicius tan inagotable como poco lúcido a la hora de concluir. Guardiola entiende que es el momento de ponerse a cubierto y adivina la jugada ganadora en el 72′ sustituyendo a De Bruyne por Gundogan. Es precisamente de los pies del alemán que un minuto después se produce la acción letal con la que Bernardo Silva y Mahrez embalan la ventaja de los anfitriones al silenciar el Bernabéu, justo cuando los blancos se preparaban para lanzar el asalto final con un City atribulado.

ORGULLO BLANCO

Con una desventaja global de dos goles a falta de un cuarto de hora para el final, Ancelotti echa a la palestra a Camavinga, Asensio y Rodrygo, jugándoselo todo con cuatro delanteros a tiempo completo. El City intenta no perder los nervios para evitar bromas en la final, pero desperdicia el posible doblete con Grealish y al final paga la factura del Bernabéu chocando con la «mística copera» del Madrid y con un súper Rodrygo. El brasileño volcó literalmente el partido a los dos minutos: empate en el 90′ con un rapaz toque en la asistencia de Benzema y gol de la ventaja 60» después con un cabezazo perfecto bajo el larguero en una asistencia de Carvajal derribada por Asensio. Pasamos así a la prórroga, donde el Madrid aprovecha el ímpetu para rematar otra «bofetada» a sus rivales, esta vez en un tiro penal (falta neta de Dias sobre Benzema). Para empatar la remontada solo puede estar el francés, artífice de una Champions de ensueño con 10 centros en fase de eliminación directa. La pesadilla de los Citizens vive un nuevo capítulo en el 115′, cuando el recién llegado Fernandinho manda un balón al costado para ser empujado cómodamente al arco desde unos pocos pasos. Es el acto final de una velada para olvidar para los ingleses, mientras los blancos y Ancelotti celebran ante un Bernabéu exultante.



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