Es una auténtica plaga en París y también en nuestro país, los exterminadores tienen más trabajo que antes con las chinches, criaturas persistentes que suelen esconderse en las camas y pueden provocar bultos rojos que pican mucho en el cuerpo. Bart (65) y Leen (42) hablan sobre cómo descubrieron a las criaturas, qué inconvenientes experimentan y cómo los tratan. “Pasé un mes entero limpiando todas las maletas de chinches”.
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