"Es poco probable que diga que no.": ¿Este italiano de 76 años sucederá a Charles Michel como «presidente»?

“No sólo es egoísta, sino también irresponsable”: las críticas de politólogos y periodistas sobre el abanderamiento de Michel no fueron amables este fin de semana. Irónicamente, la salida podría hacer que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, tomara el mando del Consejo Europeo. En el momento de la posible salida de Michel, Hungría será la presidenta rotatoria del Consejo de la Unión Europea. En Bruselas quieren evitar que esa pesadilla se haga realidad y eso encienda el rumor sobre quién debería ser.

El ex primer ministro italiano Mario Draghi (76), apodado “Super Mario”, sería una posible opción para asumir el cargo. Así lo informa el Financial Times basándose en conversaciones con funcionarios de la UE. «Draghi es el tipo de figura a la que a la gente le resulta muy difícil decir que no», dijo al periódico económico Nathalie Tocci, directora del Instituto de Asuntos Internacionales de Roma. «Es poco probable que diga que no si se le pregunta seriamente, pero tampoco se comprometerá», dijo Tocci.

Otros nombres que circulan incluyen los nombres de los actuales primeros ministros, como Pedro Sánchez de España y Mette Frederiksen de Dinamarca. Recordemos que en Bruselas existe una regla no escrita según la cual los presidentes del Consejo Europeo son ex primeros ministros (el ex primer ministro de nuestro país, Herman Van Rompuy, fue el primer presidente europeo y posteriormente fue sucedido por el entonces primer ministro de Polonia, Donald Tusk).

Sánchez y Frederiksen pertenecen a una de las familias políticas más numerosas de Europa (los socialistas), un factor importante en el carrusel de nombramientos. Draghi siempre se ha mantenido independiente. «La falta de afiliación partidista de Draghi será un obstáculo para él», afirma un diplomático de la UE.

La distribución geográfica también influye en la distribución de los primeros puestos. Los Estados miembros de Europa central y oriental se han quejado desde hace algún tiempo de que con demasiada frecuencia los puestos más altos se conceden a europeos occidentales. Pero las opiniones de Draghi también pueden jugar en su contra. Es conocido como un hábil solucionador de problemas y considerado el salvador de la eurozona. Pero su preferencia por una mayor integración europea en el ámbito fiscal aún podría ser su perdición. «Es demasiado político», concluye un funcionario de la UE.



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