El último proyecto de ley de pensiones del negociador federal Bart De Wever es un poco menos estricto que sus proyectos de ley anteriores. Los funcionarios públicos en particular necesitan “ahorrar”, aunque su pensión bruta promedio sigue siendo más del doble que la de los empleados del sector privado. Además, también hay indulgencia para la policía y otras “profesiones activas”. ¿Es este plan el salvavidas presupuestario? ¿Y qué impacto tendrá esta nota en las negociaciones? El profesor de Economía Laboral Stijn Baert nos observa. “Todavía quedan granjas extrañas en pie”.
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