A Jari Heinonen le encantan las tartas navideñas. Tanto es así que quiere verlos todos los días de su trabajo.
Jari Heinonen
Todo parece haber empezado por un antojo de tarta navideña. Jari Heinonen Había comido demasiadas tartas navideñas hace 17 años, pero aun así decidió llevarse un par de tartas a su trabajo por si acaso: era difícil resistirse a ellas.
Así sucedió que una tarta quedó sin comer. Unos días más tarde, Heinonen miró la torta seca y la pared vacía del estudio.
Este año, Heinonen pegará el pastel de Navidad número 18 en la pared de la empresa de Kokkola y debajo el año 2024.
– Un poco de color para el día, se ríe Heinonen.
Por increíble que parezca, nadie en el lugar de trabajo de Heinonen se ha preguntado por las tartas navideñas en la pared. Todo el mundo conoce a Heinonen y sus travesuras.
Jari Heinonen
– También clavo zapatos de trabajo en la pared. Hay que tener un poco de personalidad en el lugar de trabajo, para pasarlo mejor, anima Heinonen.
Ha sido nombrado emperador del pastel en el trabajo. Heinonen lleva este título con orgullo. La tarea del Emperador Tarta de Luuuha es estudiar la cosecha de tarta de cada año y ser el primero en elegir la tarta navideña más bonita.
Los criterios de selección son la forma y regularidad de los azúcares, el lugar de la mermelada de ciruelas, la uniformidad de cocción y la cantidad de azúcar glass.
– Desde el propio comedor de la empresa se entregan a la cafetería un centenar de tartas. Evaluamos el promedio del año y elegimos a los mejores individuos de ahí.
Cuando se ha encontrado lo más bonito del año, aclamamos y aplaudimos. Heinonen afirma que hay que recordar el sentido del juego.
Por supuesto, el pastel se sirve en un ambiente festivo. Los que se dedican al asunto toman pequeñas copas de vino espumoso con limonada de pera.
Aunque Heinonen inmortaliza la tarta navideña en la pared, su favorita es la tarta “fallida”. Lo mejor es que la masa de tarta no haya subido, sino que esté incluso un poco cruda. En Navidad, Heinosen se siente abrumado por tal cantidad de tartas que ni siquiera puede calcular el número de piezas. La respuesta es mucho. Asimismo, el chocolate desaparece por kilos. Heinonen admite que es una persona de delicadezas.
Ninguna de las tartas navideñas expuestas en la pared se ha enmohecido o adquirido un aspecto desagradable. Sólo la superficie de horneado está un poco más clara y la masa se ha endurecido.
La tradición no tiene fin a la vista, porque aún queda otro Mokoma y más espacio en las paredes. Aunque Heinonen se retirará en unos años, el próximo emperador agrio ya ha sido controlado. El nombre aún no ha sido anunciado, por lo que Heinonen todavía habla de él como un amigo.
Aunque Heinonen ve tartas navideñas durante todo el año, sólo le apetece comerlas en una época determinada del año.
Cuando los primeros copos de nieve caen al suelo, Heinonen empieza a pensar en las tartas navideñas.