En el aeropuerto estadounidense de Virginia, un objeto llamativo apareció en la pantalla del oficial de seguridad. Un viajero dejó al gato en su bolsa de transporte y colocó al animal bajo el escáner de rayos X. La TSA recuerda a los viajeros que “no coloquen mascotas bajo el escáner de rayos X”.
Luego, se tomaron rayos X de la bolsa de transporte y apareció una mancha naranja muy grande en la pantalla durante la seguridad. En la foto, los órganos internos y los huesos del gato son claramente visibles.
Si desea llevar una mascota en un vuelo, se recomienda sacar al animal de su bolsa de transporte y pasar juntos por un escáner normal durante el control de seguridad. De esta forma evitas que tu mascota se exponga innecesariamente a dichas radiaciones.
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