El Purmerender tiene casi setenta años, pero todavía está lejos de pensar en la jubilación: Erol Savur quiere seguir ayudando a la gente y por eso tiene la página de Facebook Ayuda manual Purmerend configuración. Resulta ser un acierto, porque en poco tiempo el número de miembros ha aumentado hasta los tres mil. Erol: “Quiero que nuestros ciudadanos se ayuden unos a otros. Que al final sea contagioso”.
El contagioso entusiasmo de Erol Savur es palpable por teléfono. Está lleno de energía y quiere hacer algo con ella. Erol ya no tiene veintitantos años, pero no espera jubilarse pronto. Dirige un restaurante griego y ocasionalmente reparte comidas gratis. “Durante los últimos dos años, también he estado tratando de preparar comida para familias que están pasando apuros. Dedico tiempo y amor a eso”. Sin embargo, según Erol, esto “no es suficiente”.
Pedir y ofrecer ayuda
Por tanto, decide abrir una página de Facebook. Erol: “El punto de partida es ayudarnos unos a otros, sea lo que sea”. Se refiere a tirar un armario, por ejemplo, llevar a alguien al hospital, hacer un recado o colgar un papel higiénico.
Pero después de abrir su página, que ahora cuenta con más de 2.500 miembros después de poco más de un mes, se da cuenta de que los obsequios son mucho más diversos. “Puedo cuidar de tu perro”, dice Purmerend. Otro dice: “Soy bueno con los niños y puedo hacer manualidades con ellos”.
Ponga a Purmerend positivamente en el mapa
A Erol no le sorprende que la página de Facebook tenga tanto éxito. “Porque sé que está en el hombre”. Según Erol, cada día se añaden una media de unos cien miembros. Como resultado, su objetivo final está cada vez más cerca. “Quiero poner a Purmerend en el mapa de tal manera que digan: ‘¡Guau, qué ciudad tan bonita! Allí todos se ayudan unos a otros’. Que es parte de nosotros”.
Para Erol, es natural ayudarse unos a otros. El Purmerend llega a vivir a los lluviosos Países Bajos cuando tiene 23 años. Ahora se siente más Purmerend, pero originalmente un kurdo turco. De allí aprendió que es muy normal ayudarse y pedir ayuda. Según él, esto es algo que los holandeses hacen con menor facilidad.
Mientras tanto, los residentes de Zaandam y Amsterdam también le han pedido a Erol si puede crear una página para ellos, pero eso es demasiado y por eso espera que la gente se sienta inspirada a hacerlo ellos mismos. “Cuanta más gente feliz hay, más felices nos volvemos todos”, concluye Erol.