Por Sabine Klier
¡Pobre cosa! A Hedgehog Benno le tuvieron que amputar la pierna rota.
El 10 de octubre, un joven de 14 años lo encontró en el jardín de sus padres y llevó al animal herido a la casa. “No sabemos cómo se produjo la lesión, si fue provocada por un cortacésped robótico o si fue golpeado”, dice un empleado del refugio de animales.
Bruno, un animal joven, pesaba apenas 326 gramos cuando ingresó, además de la fractura de la pata trasera izquierda, estaba sano y libre de alimañas.
Para la cirugía, se tuvieron que afeitar las púas de la pata trasera del erizo. Hizo frente bien a la operación bajo anestesia. “Come como una trilladora de granero”, dice el empleado. Ahora pesa 420 gramos.
Tan pronto como haya ganado suficiente peso y pese al menos un kilo, puede ser liberado de nuevo en la naturaleza y llevar una vida completamente normal a pesar de su discapacidad.