Eritrea renuncia a clasificarse para el Mundial de 26: el dictador Afwerki teme fugas

La selección africana hace casi 4 años que no juega un partido. El gobierno decidió esto para evitar que los jugadores utilicen viajes fuera de casa para escapar.

La selección de fútbol de Eritrea ha izado la bandera blanca y no participará en las eliminatorias del Mundial de 2026, según anunció la FIFA en un comunicado conjunto con Caf, la Confederación Africana de Fútbol. ¿El motivo del retiro? El temor del Gobierno a que los jugadores aprovechen los viajes internacionales para escapar y pedir asilo político en el extranjero, lejos del régimen opresivo del dictador Isaias Afwerki, presidente de Eritrea desde 1993, año en el que se reconoció la independencia de esta antigua colonia italiana a orillas del Mar Rojo.

sin clasificación

El grupo E de la clasificación africana, formado por Marruecos, Zambia, Congo, Tanzania y Níger, se jugará sin Eritrea, que ni siquiera figura en la clasificación mundial de la FIFA, ya que lleva 48 meses sin disputar un partido oficial. : el último partido se remonta a enero de 2020, contra Sudán en un amistoso. Según informa The Guardian, el gobierno local ha presionado a la Federación de Fútbol de Eritrea para que se retire de la carrera por la próxima Copa del Mundo, prevista para 2026 en Canadá, México y Estados Unidos. Y según la información recopilada por el periódico británico, desde 2009 hasta hoy, hasta 60 jugadores eritreos han utilizado partidos internacionales para pedir asilo político en el extranjero. El caso más reciente, ocurrido en noviembre de 2021, involucró a cinco deportistas que desaparecieron pocas horas antes del partido contra Uganda por el campeonato sub-20 de África Central y Oriental. Human Rights Watch, organización no gubernamental internacional que se ocupa de la defensa de los derechos humanos, describió así la situación en el país del Cuerno de África: “El gobierno de Eritrea somete a su población a una represión generalizada, incluido el trabajo forzoso y el servicio militar obligatorio, severas restricciones a la libertad de expresión, de opinión y de fe y la limitación del control independiente por parte de observadores internacionales – leemos en el sitio web de Human Rights Watch -, además de castigar colectivamente a los familiares de presuntos desertores y evasores del servicio militar obligatorio. Isaias Afewerki, Eritrea no tiene parlamento, ni organizaciones de la sociedad civil ni medios de comunicación independientes, ni un poder judicial independiente. Finalmente, a lo largo de 2022, las fuerzas eritreas permanecieron en partes de la región etíope de Tigray, donde continuaron cometiendo violaciones graves, como asesinatos, saqueos y violaciones. “.



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