Ericsson ha suspendido indefinidamente todas las actividades en su negocio en Rusia, dijo el lunes el fabricante sueco de equipos de telecomunicaciones, mientras busca distanciarse de un país acusado de crímenes de guerra en Ucrania y defenderse de la posibilidad de contravenir las sanciones europeas.
“Ericsson se está comprometiendo con los clientes y socios con respecto a la suspensión indefinida del negocio afectado”, dijo la compañía. “La prioridad es centrarse en la seguridad y el bienestar de los empleados de Ericsson en Rusia y se les otorgará una licencia paga”.
La compañía también ha reservado una provisión de SKr900mn ($95mn) para posibles pérdidas en las que podría incurrir la terminación de sus actividades comerciales en Rusia. Ericsson tiene aproximadamente 600 empleados en Rusia y suministra equipos de telecomunicaciones a algunos de los operadores de red más grandes del país. Rusia y Ucrania representan menos del 2 por ciento de las ventas globales de Ericsson.
Las empresas con presencia y base de clientes en Rusia han estado discutiendo sobre cómo protegerse del daño a la reputación causado por continuar operando en el país desde su invasión de Ucrania a fines de febrero. Los equipos legales de firmas con acuerdos de suministro en curso a las principales empresas rusas también han pasado las últimas semanas estudiando detenidamente las nuevas regulaciones de sanciones para tratar de determinar si pueden continuar operando algunas partes de su negocio y pagando al personal local.
Ericsson y su rival finlandés Nokia suspendieron temporalmente las entregas a Rusia hace seis semanas para cumplir con las sanciones. La medida de Ericsson del lunes es un reconocimiento de que las operaciones comerciales no podrán reanudarse en el país durante un período de tiempo significativo.
Nokia y Ericsson representan cada uno aproximadamente del 20 al 30 por ciento del mercado de equipos de redes inalámbricas en Rusia, según la empresa de investigación de mercado Dell’Oro, y los grupos chinos Huawei y ZTE controlan el resto.
Después de años de consolidación, estas cuatro empresas dominan el mercado de equipos de redes a nivel mundial y es probable que su retiro de Rusia presente serios obstáculos para la capacidad de los grupos de telecomunicaciones rusos para actualizar y reparar la infraestructura.
No está claro si las empresas chinas respaldadas por el estado buscarán llenar el vacío creado por la salida de sus rivales europeos. Huawei está ansioso por crecer y diversificar sus flujos de ingresos después de que el año pasado se vio gravemente afectado por las estrictas sanciones en los EE. UU. y está en proceso de retirar todos sus equipos de la infraestructura de red del Reino Unido.
Sin embargo, aumentar los suministros a Rusia también conllevaría riesgos. Según los nuevos controles de exportación impuestos por Washington, cualquier equipo que contenga chips estadounidenses o que se produzca con máquinas y tecnología estadounidenses necesita la aprobación del gobierno para ser enviado a Rusia. Es probable que cualquier empresa que infrinja estas reglas se enfrente a sanciones aún más severas por parte de EE. UU.
Las acciones de Ericsson cayeron un 1,6 por ciento a 90,68 SKr en las operaciones del mediodía del lunes.