Eric Kanters de Gemert participa en Alpe d’HuZes por novena vez. “Vienes aquí por la enfermedad y regresas a Gemert con un virus”, explica. Durante el evento se muestran los logros deportivos, pero sobre todo se recauda dinero para la investigación del cáncer.
El jueves, unos cinco mil participantes, entre ellos más de mil doscientos brabantes, subirán en bicicleta oa pie el mítico Alpe d’Huez. Los participantes suben la montaña un máximo de seis veces, en bicicleta oa pie.
Eric es uno de los miembros del equipo de ‘Gimmert Goes Alpe D’HuZes’. “Estamos listos para ello”, dice con firmeza. “El inicio es a las cuatro y media. Primero descendemos al pueblo. Hay muchas luces encendidas a lo largo de la ruta. Eso es realmente impresionante”.
“El virus Alpe d’HuZes es difícil de describir”.
Esas luces se encienden en homenaje a las personas que han muerto de cáncer o que ahora lo padecen. “El virus Alpe d’HuZes es difícil de describir. Es un sentimiento. Tienes que experimentarlo”.
Eric, junto con Bernhard Rooijackers, es uno de los nueve ciclistas del equipo Gemert. Escalar la montaña simboliza la agonía por la que a veces tienen que pasar los pacientes con cáncer. El camino a la cima son 21 curvas de duro trabajo. Renunciar no es una opción.
Bernhard se sube a su bicicleta por quinta vez. En su mente va en bicicleta por la hija enferma de un colega. “Ella está en mal estado. Será operada hoy. Haré un esfuerzo adicional para eso”, explica Bernhard, mientras su voz salta un poco.
El equipo de Gemert lleva un girasol en una gorra o en un casco de bicicleta. Eric: “La esposa de un compañero de equipo falleció hace unos años. El girasol era su flor favorita. Un homenaje a ella”.
Una sonrisa y una lágrima. Así es como mejor se describe la atmósfera en la cima de la montaña. Un poco más adelante está la banda de carnaval De Donderjagers de Boekel. “Estamos aquí para apoyar a todos y traer algo de diversión”, dice uno de los miembros de la banda. Luego comienza la canción ‘La vida es buena en el país de Brabante’.