Érase una vez Guerreros: cómo desmantelar a los Splash Bros e intentar hacer feliz a Curry


Golden State despide a Klay Thompson y Paul, moderniza la plantilla, sueña con hacerse con Markkanen o Hield, refuerza la plantilla de Kerr e intenta rehacer un equipo de playoffs en torno a su estrella que se acerca al final de su carrera

Guardar curry privado. El mejor jugador de los Golden State Warriors, leyenda de la franquicia, tiene 36 años. No podrá jugar para siempre, tiene un contrato que expira en 2026 y ahora ve la meta de su carrera en la NBA, toda jugada con esa camiseta. Después de la última temporada desafortunada sin playoffs, los Dubs están tratando de construirle un elenco de apoyo que no socave su objetivo en términos de competitividad. En definitiva, es (muy) complicado pensar que la franquicia californiana pueda ganar el título la próxima temporada, pero al menos darse una oportunidad, no empezar ya derrotados… El mercado para los Warriors ha sido claro, hasta ahora: se han modernizado. Vía Klay Thompson y Chris Paul, reemplazados por DeAnthony Melton y Kyle Anderson. El sueño de los Warriors es traer a la bahía a Lauri Markkanen, el gran hombre finlandés de los Utah Jazz, a través de un intercambio. Dura aunque. Es más fácil llegar a Buddy Hield, ex tirador de Filadelfia. ¿Sería suficiente como escenario darle a Steph Curry la oportunidad de no ver los playoffs por televisión en 2025, de jugarlos sin convertirse en un Galibier, una subida prohibitiva para un líder del grupo de 36 años sin un equipo capaz?



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