Los pasajeros describieron una atmósfera de “pánico total” en el avión. “Los pasajeros entraron en pánico: la gente gritaba, se desmayaba y vomitaba”, dijo un viajero al periódico local Nice Matin. “Estaba seguro de que iba a morir. Envié mensajes de despedida a mi familia”.
Las situaciones caóticas surgieron cuando el piloto intentó aterrizar en Niza, pero no pudo hacerlo debido a la tormenta Larissa. Ya había intentado aterrizar dos veces, pero el fuerte viento siempre lo obligaba a abandonar sus intentos. “El piloto anunció con voz temblorosa que iba a hacer un tercer intento. Los pasajeros gritaron y luego decidió partir hacia Montpellier”. Otro pasajero describió el aterrizaje de emergencia como “interminable”: “Sentí que mi corazón iba a fallar”.
En Montpellier, la miseria de muchos pasajeros aún no había terminado. Air France había organizado un autobús para llevarlos a Niza, pero debido a una huelga, el autobús solo tenía espacio para 55 de los 178 pasajeros. Muchos de ellos tuvieron que regresar por su cuenta. Algunos habrían tenido que pagar nada menos que 700 euros por un taxi. Air France dice que el piloto no tuvo la culpa y promete reembolsar los gastos de viaje.