Le cuenta todo a su madre, porque “eso la tranquiliza más”. Y sus amigos le sugieren que venga a quedarse, “cuando sea más seguro”. Pero por el momento, la ministra del Interior Annelies Verlinden (44) continúa con valentía, a pesar de las amenazas que son tan graves que ella también -como otros seis altos políticos- recibirá protección policial reforzada. “Dudo en dar entrevistas sobre esto. No está a mi favor”.
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