Después de la victoria del Lille por 13-13 contra Francia. “El posteo en el minuto 81 no cambia mi análisis”. Capitán Lamaro: “Teníamos algo que demostrar, lo logramos”
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robertoparretta
¿La primera sensación? “Arrepentirse”. ¿El analisis? “No es un milagro, pero es el resultado del gran trabajo del equipo”. Es casi más difícil de explicar que una dura derrota, el 13-13 con el que Italia frenó a Francia en Lille en la tercera jornada del Seis Naciones. Un empate en la remontada, fruto de la gran defensa en la primera parte, luego (¡por fin!) de la actuación mental en la segunda parte, cuando los azzurri lograron tomar el control de la situación aprovechando el hombre de más, resultando en la roja. tarjeta Jonathan Danty.
Y así el técnico italiano Gonzalo Quesada, en su tercer partido al mando, logró un resultado que ningún antecesor había logrado en la historia del Seis Naciones: detener a Francia en casa. “Terminar la primera parte con poco margen no fue un milagro, sino la consecuencia del trabajo del equipo, que defendió con valentía, disciplina y con la conciencia de poder seguir en el partido”, explica Quesada. “Lamentablemente nos faltó paciencia en las posesiones y cometimos errores que nos impidieron contraatacar. Luego hubo otro partido y no dependió sólo del hombre extra. En el descanso le recordé al equipo lo que teníamos preparado y la necesidad de mover el balón, desplegar la defensa y proponer las secuencias de avance que somos capaces de hacer. En comparación con Inglaterra e Irlanda, hoy veo a Italia mejor, porque cada vez ponemos en el campo lo que preparamos en los entrenamientos”. El try de Ange Capuozzo, que con conversión de Paolo Garbisi valió el empate a 11 minutos del final, también marca una diferencia en el análisis de Quesada: “Si hubiera sido la última acción del partido, nos habríamos presentado con champán para celebrarlo”. ….” El post sobre la jugada a balón parado de Garbisi, transcurrido el tiempo, que negaba la victoria, sin embargo, no es decisivo a juicio del técnico: “Es cierto, podría haber sido la primera victoria en Francia, pero un post no cambia mi análisis, dictado también por la conciencia de la dificultad de llegar a empatar aquí, en casa de un equipo muy fuerte que tenía la obligación de ganar. Y los conozco bien, sé cuánto rinden cuando están bajo presión. Este empate no debería ser un punto de llegada para nosotros: estoy contento no por el resultado, sino por lo que los chicos pusieron en el campo”.
arrepentirse
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En cambio, el sentimiento del capitán Michele Lamaro es contundente: “El primer sentimiento es de arrepentimiento, no tengo ninguna duda”. Pero también está la satisfacción de haber demostrado algo, sobre todo pensando en la derrota de hace seis meses en el Mundial contra Francia: “Teníamos algo que demostrar, teníamos que reaccionar y demostrar que somos un equipo que puede competir en este nivel y eso también puede ganarte la posibilidad de ganar”, afirma el capitán azul. “¿Estamos hablando de detalles que marcan la diferencia? Pues bien, para nosotros hoy un detalle lo representa el deseo de no conformarnos con cerrar el primer tiempo 0-10 y querer ir a jugar ese último tiro libre, que luego dio origen a la acción que trajo la tarjeta roja y nuestro libre. patada. En otros tiempos no nos hubiésemos arriesgado. Ese momento nos dio confianza”. Confianza que luego se vuelve fundamental cuando inventa un contraataque desde su propio 22 del que surge la acción del gol de Capuozzo. “Gonzalo nos pide que seamos más impredecibles, que respetemos nuestro ADN y si hay una situación que aprovechar, intentarlo”. En resumen, un arrepentimiento sí, pero una buena inyección de confianza: “Porque un poste en el último tiro no cambia el fondo de la actuación”.
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