Durante años, Dominique Renotte fue el rostro de la justicia en la provincia de Limburgo, hasta que el propio magistrado acabó en la cárcel. Se volvió loco y cayó presa de la violencia extrema. Ahora la fiscalía quiere llevar a juicio a su propio magistrado por hacer trampas con autopartes y el comercio de vehículos antiguos. La historia del magistrado, el juez y el vendedor de autos.
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