En Zeltweg la farsa de los penaltis: la F1 debería haber triunfado

Desde la calificación hasta la carrera, se imponen muchas penalizaciones incluso después de la carrera, alterando el orden de llegada. Una situación inaceptable para un circuito de este nivel

Pocas actividades deportivas son tan profesionales y extremas como la F1. Un altísimo nivel tecnológico, experimentos siempre proyectados al futuro, máxima preparación física y mental de los pilotos y más. Solo piense en las paradas en boxes, que involucran a casi 20 mecánicos y requieren poco más de dos segundos para cambiar los neumáticos. En definitiva, sin dar otros ejemplos que sean de diseño o de naturaleza humana, lo máximo. Luego llega el GP de Austria y, desde la clasificación hasta la carrera, los comisarios se dedican a comprobar cuántas veces los pilotos han superado el límite en el exterior de las curvas, restando los tiempos marcados en los entrenamientos y sancionándolos durante y después de la carrera. . El resultado del GP quedó subjudice hasta tarde, tras una denuncia presentada por Aston Martin, con los hombres de la FIA empeñados en revisar una cantidad monumental de incidentes que se escaparon durante la carrera para establecer con precisión las sanciones a atribuir.



ttn-es-14