El ejército ruso todavía tiene un largo camino por recorrer para lograr los objetivos autoimpuestos de la invasión de Ucrania. La tarea principal era proteger a la gente del Donbas, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una entrevista con el canal de televisión bosnio ATV. “En parte hemos logrado cumplir con esta tarea, en parte todavía estamos lejos de lograrlo”, dijo Peskov.
Desde el comienzo de la invasión, en febrero del año pasado, Moscú ha afirmado que quiere proteger a la gente del Donbas (la cuenca del Donets en el este de Ucrania) y que eso debería justificar la guerra, u “operación especial”.
La falta de éxitos del lado ruso en los últimos meses se explica por el hecho de que, según Peskov, Rusia no estaba en guerra. “Hacer la guerra es algo completamente diferente, significa la destrucción total de la infraestructura, la destrucción total de las ciudades”, dijo el vocero. “Nosotros no”.
Esas declaraciones están, por decir lo menos, en desacuerdo con la verdad: las tropas rusas han utilizado repetidamente misiles y drones para atacar ciudades e infraestructuras ucranianas, especialmente la red eléctrica. Varias ciudades han sido arrasadas en los últimos meses y miles de ucranianos han sido asesinados.
El otoño pasado, el presidente ruso, Vladimir Putin, también anunció que Rusia aún no ha comenzado la guerra. En su momento, esas declaraciones fueron vistas como una amenaza, pero desde entonces sus tropas no han logrado precisamente avanzar mucho.