“El espionaje y la injerencia extranjera han alcanzado un nivel no visto desde la Guerra Fría”, escribe el vicealmirante Wim Robberecht en el primer informe anual del Servicio General de Inteligencia y Seguridad (ADIV). Según el informe, Rusia es “la mayor amenaza para la paz euroatlántica”. Por lo tanto, el servicio se está enfocando más en la ciberseguridad.
El informe se remonta a 2022, año en que se estableció el Comando Cibernético. Desde el 19 de octubre está construyendo el quinto componente del ejército belga, además de los componentes terrestre, naval, aéreo y médico. “Nuestro mundo se ha vuelto digital, en todas las capas de la sociedad”, advierte el vicealmirante Robberecht. Ese cambio requiere más atención a la violencia en línea y en el entorno electromagnético.
A corto plazo, los servicios rusos estaban preocupados por el conflicto ucraniano, pero el Comando Cibernético de ADIV pronostica que aumentará el espionaje en el ciberespacio. “Sin embargo, los servicios de inteligencia rusos se adaptarán a la situación cambiante”, escribe ADIV. Los hacktivistas prorrusos realizan cada vez más ataques cibernéticos contra países que Rusia considera amenazantes.
Pero la amenaza no solo viene de Rusia. Por primera vez, un jefe de la inteligencia china forma parte del Politburó. Así que China probablemente seguirá apostando por los ciberataques con hacktivistas.
En cuanto a los atentados terroristas religiosos, ADIV señala que aún no se conocen datos sobre nuevos máximos responsables dentro de Al Qaeda y el Estado Islámico (EI). Sin embargo, el servicio no espera una disminución en el número de ataques por motivos religiosos.
Además, ADIV pronostica que la continuación de la inflación provocará más violencia. El servicio espera movimientos de protesta que hagan uso tanto de la extrema izquierda como de la derecha. Además, “la continua presión migratoria sobre Europa seguirá alimentando la propaganda de extrema derecha”, parece.
Finalmente, la no proliferación nuclear (que contrarresta la expansión del número de potencias que fabrican bombas nucleares) se derrumbará, porque los estados están cada vez menos dispuestos a hablar de armas nucleares, argumenta ADIV. Irán, el régimen sirio y las tensiones entre Pakistán e India siguen siendo desafíos para el desarme químico. La relación rusa es la “amenaza más inmediata”.
Se necesita más personal para mantenerse al día con el crecimiento planificado. En 2022, ADIV contrató a 53 militares y 26 civiles. El vicealmirante Robberecht espera hacer crecer su servicio de “mucho menos de mil personas” a “mucho más de mil personas” dentro de cinco años.