En un safari de carburo por la región: Grolsch, un oliebol gordo y luego una explosión atronadora

Nochevieja en Deventer y alrededores. Nada de champán ni música clásica, pero sí golpes. Y bueno también. En el campo el carburo volaba por las orejas. “¿Qué lo hace tan hermoso? ¿Qué opinas? ¡Solo tradición!


Kyrie Stuij




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