Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC), el fabricante de chips más grande del mundo, parece sentirse bien en Japón. Mientras se construye una fábrica en la isla de Kyushu, las indiscreciones recogidas por los Wall Street Journal sugiere que otros proyectos podrían ver la luz del día. El gigante busca limitar los riesgos geopolíticos que pesan sobre su actividad.
Japón y TSMC en buenos términos
No se ha tomado ninguna decisión por parte de TSMC, pero está en marcha un estudio de viabilidad para ampliar la actividad de la empresa en el archipiélago. Se beneficiaría del apoyo del gobierno japonés.
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Tokio, al igual que la Unión Europea o Estados Unidos, tiene un plan, a finales de 2021, para fabricar sus propios semiconductores, en medio de una escasez mundial. Anteriormente líder del sector, Japón se ha dejado superar por Taiwán o Estados Unidos.
El plan japonés para revertir esta dinámica alcanza los 774.000 millones de yenes, o algo menos de 5.300 millones de euros. El país espera triplicar los ingresos de la industria de semiconductores para 2030, hasta poco menos de 100.000 millones de euros. TSMC ya ha recibido una subvención para la construcción de su primera fábrica en suelo japonés, formalizada en 2021.
Esta fábrica, que producirá chips menos avanzados, utilizados por ejemplo en el automóvil, fue financiada a la mitad por Tokio según un comunicado del Ministerio de Economía, Comercio e Industria. Si no se han comunicado cifras sobre su coste, Nikkei Asia lo estimó en 800.000 millones de yenes, unos 5.400 millones de euros. TSMC podría considerar una expansión para fabricar chips más avanzados, pero la primera entrega de esta fábrica no se espera antes de 2024.
Según información de Wall Street Journalesta subvención ha permitido sobre todo superar las dificultades de construir una instalación de este tipo en el archipiélago: hacer frente al riesgo de terremotos y otros desastres naturales y electricidad limitada.
La industria de los semiconductores atrapada en medio de las tensiones internacionales
Al igual que Estados Unidos, Japón accede a esta inversión por temor a la industria china de semiconductores. También se teme la dependencia de Taiwán. El país y China, que reclama la propiedad de la isla, están experimentando un período de gran tensión.
TSMC está muy directamente preocupado por estas rivalidades interestatales. El 19 de octubre, Reuters informa que Mark Liu, presidente de la empresa, explicó en la convención de la industria taiwanesa que ” La disputa comercial entre EE. UU. y China y la escalada de tensiones a través del Estrecho han llevado a desafíos más serios para todas las industrias, incluida la industria de semiconductores. “.
Las recientes medidas adoptadas por Estados Unidos amenazan muy directamente las exportaciones de la empresa taiwanesa a China, importante salida para la misma. TSMC pudo beneficiarse de un retraso de un año antes de verse afectado por las restricciones y para entonces se está preparando para ello.