En raíces de cara a la temporada navideña, se plantea una delicada pregunta: “¿Avión o no?” La pregunta les resultará familiar a los seguidores de una revista que dice estar ‘en plena naturaleza’.
El editorial no sale, como era de esperar. El tren a veces es una buena alternativa ya veces no. No se discute la posibilidad de dejar de volar por completo. Se recomiendan alojamientos sostenibles.
La división se muestra más claramente en un empleado del Departamento de África del Fondo Mundial para la Naturaleza. WWF no aconsejará dejar de volar a destinos lejanos. El compromiso: ‘Intente (…) asegurarse de que el dinero que gasta en el lugar beneficie a la población local ya la conservación de la naturaleza.’
En raíces la naturaleza sigue floreciendo y creciendo. Las plantas están en flor (y se fotografían en primeros planos), los animales se muestran en todo su esplendor. La experiencia es grande, como lo es el entusiasmo, por ejemplo en una pieza sobre la rana de árbol, la europea que es.
En la primavera, las criaturas hacen “un ruido infernal con sus enormes sacos vocales” y juntas forman un coro de ranas arborícolas. El ostrero (es el año del ostrero) y la mantarraya también se ponen en el punto de mira. Fred Bos, un hombre que vive en Alemania der Lilienpapst se llama, el ‘papa lirio’, ha estado trabajando durante casi medio siglo para salvar el lirio de centeno. Y con éxito.
Con un breve relato de un paseo por Alemania, Bos da en el clavo raíces por estado ‘Había ortolanos y martillos amarillos y las alondras cantaban sobre el campo. Había unos cuantos miles de lirios de centeno. Simplemente me emocionó.
O la sección ‘¿También una pregunta?’, con este mes una pregunta de un lector que también envió una foto a los editores. Su pregunta: “¿Qué animal puso este excremento?” El raícesexperto sabe qué hacer. Resulta ser un excremento de pino o marta, ‘desgraciadamente son difíciles de distinguir unos de otros’.
Y sí, eso de volar, o no. La editora en jefe Caroline Vogel también está considerando el tema. Escribe sobre una amiga que ya no sube a un avión por razones de principios. Ella misma se encoge ante la idea de que debería dejar de viajar a destinos naturales a los que no se puede llegar de otra manera. ‘El resultado es que tengo la palabra nunca intercambiado por casi nunca.’