En noviembre, las exportaciones cayeron un 2,4% y las importaciones un 0,6% en el mes.

La caída, en términos absolutos, asciende a más de 2.500 millones de euros. Una reducción anual del 4,4% de las exportaciones italianas que certifica la tendencia a la desaceleración de los mercados internacionales, con Alemania a la cabeza del enfriamiento global.

La caída de las ventas registrada por Istat en noviembre es homogénea, con una caída del 3,4% en los mercados extracomunitarios y del 5,4% en Europa, con los picos más altos en Berlín, principal mercado outlet, que reduce en el mes las compras aumentaron un 6,4%, profundizando así el «rojo» desde principios de año, ahora por encima del 3%.

Si en los mercados más lejanos, empezando por Estados Unidos y China, se observan algunos signos de estabilidad/crecimiento, en Europa el descenso es prácticamente unánime y afecta a los grandes mercados, con algunas excepciones: no sólo Alemania, sino también Francia y España.

La caída media registrada por el Istat (-4,4%) es incluso mayor si se consideran únicamente los volúmenes exportados, un 6,4%, con los promedios respaldados por un aumento de dos puntos en los valores unitarios y, por lo tanto, en las listas de precios.

Así, en el balance de los once primeros meses del año, las exportaciones italianas se encuentran casi en las mismas posiciones que el año anterior (que en cualquier caso había representado un nuevo récord), progresando sólo un 0,7%.



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