Las fuertes lluvias convierten a Drente en una provincia empapada. Es un desafío mantener los pies secos en prados, parques y carriles bici. Una visión general a partir de fotografías del agua en lugares donde normalmente no abunda tanto.
Ayer volvió a llover a cántaros desde el cielo de Drente. Para aquellos que ya están hartos del tiempo húmedo, puede haber buenas noticias en el horizonte: a partir del fin de semana estará más seco y la temperatura bajará.
Hasta entonces, Drenthe todavía tiene que trabajar para eliminar el exceso de agua. Por ejemplo, un carril bici en Steenbergen está inundado. Una bicicleta abandonada junto al nuevo lago causó cierta confusión esta mañana. La sospecha de que alguien se había hundido resultó infundada. No se encontró a nadie.
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