Decenas de comparsas carnavaleras, los llamados blocos, desfilarán en los próximos días por los barrios de la ciudad.
Los mejores grupos de samba muestran sus habilidades en el Sambódromo, un patio de armas construido especialmente para el carnaval. El Sambódromo, diseñado por Oscar Niemeyer, que cubre una calle de 700 metros de largo, celebra este año su 40 aniversario. Allí, decenas de miles de espectadores ven el carnaval desde las gradas, y millones más en Brasil y en el extranjero lo siguen por televisión.
El ayuntamiento calcula que el carnaval genera una facturación de 5.000 millones de reales (934 millones de euros). Alrededor de siete millones de personas viajan a Río para vivir el carnaval en vivo.