Anoche tuvo lugar el evento de moda del año. Cada año, en la Met Gala de Nueva York, las estrellas más grandes posan con los atuendos más hermosos en los escalones del Museo Metropolitano de Arte. Aunque muchas celebridades hicieron todo lo posible, fue especialmente Kim Kardashian quien llamó la atención. La estrella de la realidad tomó prestado un vestido icónico de Marilyn Monroe y tuvo que perder la friolera de siete kilos para entrar en él.
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