En Francia, la administración tributaria espía las redes sociales para detectar fraudes


Una ley antifraude aprobada en 2019 permite a la administración tributaria espiar las redes sociales para detectar posibles fraudes. El viernes 22 de julio de 2022, el Consejo de Estado posee rechazado Petición de Quadrature du Net quienes cuestionaron esta posibilidad de recolección a gran escala.

La Quadrature du Net impugna la prueba de la administración tributaria

El veredicto está dado: la administración tributaria podrá seguir utilizando las redes sociales como aliadas para encontrar una piscina no declarada o una domiciliación ficticia. Puede que no lo sepas, pero desde 2019 una ley experimental ha permitido a los servicios de administración tributaria consultar las redes sociales y, en general, las plataformas web (como Airbnb, Facebook, Instagram, YouTube, BlaBlaCar, Leboncoin, Vinted, etc.) con ese fin. de detectar el fraude. La gran diferencia con esta regulación y la ley anterior es que hoy las autoridades fiscales ya no necesitan tener sospechas sobre una persona para recopilar datos, pueden hacerlo de manera completamente aleatoria.

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La Quadrature du Net, una asociación que protege la privacidad de los usuarios de Internet, se opuso ferozmente a esta ley. Sus miembros interpusieron un recurso ante el Consejo de Estado, pero acaba de ser rechazado. Esta práctica está autorizada de manera experimental por un período de tres años en la ley de finanzas de 2019. El objetivo de este sistema es comparar el estilo de vida de los ciudadanos en Internet con el declarado en documentos administrativos. La ley especifica que “el plazo de conservación de los datos es de un máximo de 30 días cuando no sea probable que contribuyan a la constatación de un incumplimiento fiscal, en caso contrario, podrán conservarse un máximo de un año”.

¿Qué datos se recopilan?

Según La Quadrature du Net, este decreto autorizó “una recopilación generalizada e indiferenciada de información disponible en plataformas y redes sociales, con carácter previo a la determinación de los únicos datos relevantes para los fines perseguidos por el tratamiento”. La asociación habrá intentado todo para hacer retroceder esta ley. Por su parte, el Consejo de Estado asegura que este decreto no autoriza “en ningún caso, contrariamente a lo que se pretende, una recogida generalizada e indiferenciada de datos personales durante la fase de aprendizaje y diseño de las herramientas”. Los sabios recuerdan que solo se recopilan datos de libre acceso en Internet, “con la excepción del contenido accesible después de ingresar una contraseña o registrarse en el sitio”.

Sin embargo, según Bastien Le Querrec, de La Quadrature du Net, “Desde el momento en que recopilamos datos que no están estructurados, no podemos, antes de la recopilación, saber qué datos corresponderán a lo que está autorizado. Legalmente, incluso cuando el contenido es accesible para todos, existe una expectativa razonable del derecho a la privacidad que pesa”. La asociación cree que este decreto atenta contra la privacidad de los usuarios de Internet y que podría ser peligroso. Este experimento está llegando a su fin, pero la decisión del Consejo de Estado sugiere que el reglamento podría transformarse en una nueva ley.



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