En este hospital, primero le ponen una vía intravenosa al osito de peluche y luego al niño enfermo.

Una operación siempre es emocionante, especialmente para un niño. Pero hacer que la situación sea más divertida ayuda, según muestra la investigación. Por eso, en el Hospital Infantil Sophia hacen todo lo posible para que los niños (y sus padres) tengan menos miedo. Este periódico y los peluches de Nikay vigilan al niño de 5 años que necesita otra operación.



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