En la víspera, el técnico pidió mantenerse en el partido pasara lo que pasara y limitar la posesión del Barça: se dio por satisfecho y diseñó una hazaña “extraordinaria e inimaginable”.
Puso candentes los cumplidos, tras el 3-3, en la barriga del Camp Nou y los repetirá también en Pinetina. Porque Simone Inzaghi está convencido de que su equipo en Barcelona ha realizado una hazaña “extraordinaria e inimaginable”. El Inter había perdido sus últimos 5 partidos oficiales en casa de los blaugrana, incluida la semifinal de la Champions League de 2010, lo que aún permitió a Zanetti y sus compañeros llegar al último acto en Madrid. Esta vez terminó 3-3 y según el entrenador de Piacenza mereció ganar por la actitud que tuvo y por la organización mostrada. Inzaghi sabía que el Camp Nou era una auténtica trampa. Porque faltaron Brozovic, Correa y Lukaku, pero sobre todo porque el rival, que había gastado mucho en el mercado, tenía una plantilla superior: del banquillo de Xavi salían De Jong, Kessie y Ansu Fati; de la de Simone, Asllani y Bellanova. Haberle quitado cuatro puntos de seis al Barça en una semana se considera “una verdadera obra maestra” en Pinetina.