En el pueblo con mayor escasez de viviendas se vota por un partido que quiere “construir, construir, construir”


“¿Puedo tener una papeleta nueva?”, pregunta Bente, de 23 años. “Accidentalmente marqué la casilla equivocada”. Está parada en el colegio electoral junto al Café Polder en el este de Ámsterdam. Anoche hubo una fiesta aquí: los globos siguen ahí, al igual que las banderas. Desde esta mañana temprano, los votantes han ido llegando uno por uno. La mayoría todavía están estudiando, como Bente, que pronto dará una conferencia en uno de los edificios cercanos del Parque Científico (Universidad de Amsterdam).

Bente ha dudado durante mucho tiempo por qué partido votaría. “Estaba entre mis ideales y una elección estratégica para Groen-Links/PvdA.”

Al final eligió sus ideales: “El Partido por los Animales, porque creo que el clima es lo más importante”.

Sólo cuando estuvo en la cabina de votación esta mañana y vio todos esos nombres, las cosas salieron mal. ‘Revisé accidentalmente Unión Cristiana, pensé: oye, ¿hay un nuevo líder del partido? Que extraño.’

Nueva papeleta de voto
Rápidamente pide una nueva papeleta. “Eso está permitido una vez”, afirma Tobias Baardman, presidente de la mesa electoral. “Le pusimos un sello de ‘no válido’ al formulario antiguo y lo metimos en un sobre especial”.

Lina Selg / de Volkskrant – Una votante deposita su voto en el Café Polder, en el este de Ámsterdam.

En las elecciones anteriores, la gran mayoría de los votantes de este colegio electoral votaron por GroenLinks y PvdA, seguidos por D66, PvdD y Volt. “En realidad quería votar por Volt”, dice Chynna, de 20 años. “Pero como los partidos de derecha lideraban las encuestas, ahora voté estratégicamente”.

Nervioso frente al televisor
María, de 70 años, nunca tuvo un momento de duda. “La última vez voté estratégicamente por Sigrid Kaag, ahora por GroenLinks/PvdA.” Aunque simplemente ha presionado más fuerte de lo habitual el lápiz rojo, para que quede más claro qué casilla ha pintado de rojo. “Tenemos que salir de ese rincón negativo de la derecha”.

Esto también lo espera el estudiante Pieter (23). Aunque casi todos sus conocidos votan “por un partido progresista”, él “todavía está nervioso esta noche sentado frente al televisor para seguir los resultados”.

Tampoco tuvo dudas sobre a qué partido votaría, sino a quién lo hizo. “Extrañé a Jesse Klaver en esta campaña”, dice Pieter, que momentos antes estaba en la cabina de votación jugueteando con la papeleta grande. ‘Es difícil plegarlo cuando es tan grande. Ése es el precio que hay que pagar porque nuestro panorama político está muy fragmentado”, dice riendo.

¿Por quién votó finalmente? “Sí, Jesse Klaver, porque le agradezco que haya cooperado con el PvdA”.

Elizabeth Stoker



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