En la era pospandemia, los italianos se despiden de los paseos por el barrio y confirman, también para 2022, la volver al coche privado. En transporte público local, sostenibilidad e infraestructura, el país sigue lejos de los estándares europeos.
Este, en definitiva, es el escenario que se desprende del siglo XIX. Informe de movilidad “Audimob – Estilos de movilidad y comportamientos de los italianos” de Isfort, el Instituto Superior de Formación e Investigación para el Transporte, en colaboración con Cnel y con el apoyo científico de las asociaciones Tpl, Agens y Asstra.
Según el estudio, la movilidad peatonal, tras la explosión de 2020, parece no confirmarse: los viajes a pie en 2021 bajan hasta el 22,7% del total, más de 6 puntos menos que en 2020, y en 2022 (primer semestre) vuelven a caer hasta el 19,7%. En valor absoluto, la reducción entre 2019 y el primer semestre de 2022 fue del -14%.
Por otro lado, el coche, también para 2022, reconfirma su ascenso: el reparto modal casi alcanza el umbral del 65%, un punto y medio más que el nivel pre-Covid (había bajado al 59% en 2020). En 2021, el estacionamiento ha seguido creciendo pero no rejuveneciendo: su edad media ha aumentado hasta los 12,2 años frente a los 11,8 de 2020. El número total de coches en circulación es algo menos de 40 millones (39,8, unos 100 mil más que en 2019) con motorización tasa que ha ascendido a 67,2 vehículos por cada 100 habitantes (66,6 en 2020).
Carretera segura
Incluso en materia de seguridad vial, en comparación con el objetivo europeo 2020/2030, nos estamos quedando atrás: en 2021 el accidentes de carretera fueron algo más de 150.000, con un incremento de casi un 30% respecto a 2020, claramente por la recuperación de los flujos de vehículos tras el colapso. Las víctimas fueron 2.875, un 20% más que en 2020, los heridos 204.728 (+28,6%). Sin embargo, se trata de cifras inferiores a las registradas en 2019. la tasa de mortalidad (número de muertes por cada 100 accidentes) se redujo en una fracción de punto a 1,9. Se necesitan más políticas locales para contener la circulación y la velocidad de los vehículos individuales.