En el juego contra la inflación, el BCE juega solo: «Reforzar la política económica de la UE»


La inflación en la zona del euro se disparó en el pico de la crisis energética a más del 10%, una inflación «excesiva provocada por la oferta» muy abruptamente después de la inesperada invasión rusa de Ucrania. El BCE, ante otra crisis más tras la de la deuda soberana y tras la pandemia, reaccionó con el endurecimiento monetario más fuerte y rápido desde el nacimiento de la moneda única.

La política monetaria del banco central europeo, en esta fase restrictiva pero también cuando ha sido expansiva durante mucho tiempo, ha sido analizada, evaluada e incluso en algunos aspectos criticada por cuatro superexpertos en política económica: Marco Buti, Donato Masciandaro, Marcello Messori y Roberto Tamborini – en un panel moderado por Marcello Zacché del Giornale en Castello Buonconsiglio en el último día del Festival de Economía de Trento.

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Lo que surgió fue la complejidad de los desafíos en la heterogénea zona del euro, de la relación difícil pero fundamental entre la política monetaria y la política fiscal. Con la conclusión de que el BCE por sí solo no puede ser siempre el «único jugador» de la ciudad. marcelo buti, que ya no es jefe del gabinete del comisario de asuntos económicos y monetarios Paolo Gentiloni desde hace unos días, recordó que en otoño de 2021 la inflación había comenzado a subir pero él también, como muchos otros, pensaba que los temores sobre el aumento de la inflación eran exagerados. Luego vino el impredecible shock exógeno de la guerra en Ucrania, y él mismo admitió que subestimó la respuesta al Covid-19 con subsidios que estimularon la demanda y llevaron a una reapertura de las actividades económicas más vigorosa de lo esperado. Ante el shock de oferta de la crisis energética, Buti estuvo de acuerdo con el BCE en que el impacto distributivo de la inflación, que empobrece a todos, puede conducir a una reacción de ojo por ojo al poner a la inflación en un proceso peligroso que se perpetúa a sí mismo. Aunque vivimos en una época en la que los sindicatos son más débiles y menos centralizados que en la crisis del petróleo de 1973 y 1979 en la década de 1970, ahora necesitamos una política económica que se ocupe de asignar equitativamente el costo de la alta inflación del lado de la oferta.

Masciandaro: si el BCE no comunica menos eficazmente

Donato Masciandaro, profesor de Bocconi y columnista de Sole24Ore, criticó duramente al BCE, que no es lo suficientemente transparente para indicar claramente la trayectoria futura de las tasas de interés y el nivel futuro de las tasas de interés máximas, en el contexto de una política monetaria muy restrictiva que para responder a los grandes incertidumbre tomando decisiones «de reunión en reunión» y solo en base a datos. En cambio, las empresas, los hogares e incluso los Estados necesitan tener indicaciones más claras sobre la tendencia futura de las tasas de interés, por sus propias expectativas y por la confianza que se alimenta de una mezcla de «hechos y palabras». El BCE es como el hámster que «corre porque quiere ser efectivo y en cambio no va a ninguna parte». Según Masciandaro, «un BCE que no comunica corre el riesgo de ser menos eficaz de lo que podría ser».



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