Lo lindo de las personas de cuarenta, digo en nombre de las personas de cuarenta, es que no ven las tendencias de TikTok en TikTok, pero leen sobre ellas en el periódico. También podría mirar por encima de los hombros de mis hijos con lo que ven en TikTok, pero creo que nuestros intereses no coinciden y, además, me matarían.
Ahora leo en El Telégrafo que hay un nuevo truco que te permite vestirte rápido y a la vez divertido, y ese truco se originó en TikTok: la regla 2×2.
Toda mi vida he estado obsesionada con las reglas que simplifican la vida de la persona vestida, porque, a pesar de tener un interés bastante grande por la ropa y la moda y todo lo relacionado, muchas veces termino con calcetines demasiado cortos, demasiado alegres, una chaqueta eso es demasiado calor, pelo mojado y un pendiente, no por convicción sino porque el otro pendiente se ha caído.
Así que nada me encanta más que ver videos de Instagram de Trinny Woodall, la parte un poco más histérica del dúo de estilistas que solía ser Que no vestir presentado, por ejemplo, que con entusiasmo mete la parte inferior de sus pantalones dentro de sus calcetines y luego declara que tiene ‘un par de pantalones completamente diferentes’. (Así es, los pantalones metidos en los calcetines).
Y ahora la regla del 2×2. Está diseñado para el tipo de persona que se despierta en la oscuridad, cansada y confundida y tiene que vestirse para todo el día en cinco minutos. Entonces tienes que elegir 2×2. Dos prendas de vestir dignas (piensa en una gabardina y un blazer) y dos informales (zapatillas, camiseta, artículos relacionados). Juntas esos dos tipos de sangre y de repente te ves muy bien. Y tienes tiempo de secarte el pelo, decía entusiasmado el periodista, porque te has ahorrado cinco minutos de tiempo para pensar.
Acompañando el artículo había fotos de una mujer con una chaqueta rosa y pantalones de vestir (las dos prendas chic), con una camiseta debajo y unas sandalias bastante grandes, esa era la parte casual. Pensé: qué desperdicio de ese traje que lleva debajo esas sandalias. En una foto, la misma modelo vestía una elegante gabardina y una blusa ídem, con pantalones cargo y tenis debajo. Lástima de esos pantalones cargo, pensé, porque siempre pienso que los pantalones cargo son una vergüenza, excepto para mi hija de 12 años, pero ella no tiene que adherirse a ninguna fórmula matemática de ropa, excepto ’12: todo parece en ti’.
Aún así, sé que estaré pensando en el truco 2×2 todos los días durante los próximos años cuando busque ropa en mi armario por la mañana.
Tal vez la regla funcione. Tal vez no. Pienso: a veces sí, a veces no. Pero nunca usaré sandalias con un traje. Y el secado con secador nunca sucederá.