En el caso D’Onofrio se ha encargado la sección de árbitros de Cinisello. ¿Alguien sabía?

Un titular de la tarjeta tenía noticias de los problemas pasados ​​​​del ex fiscal de Aia. Pero nadie le dijo a Trentalange al respecto.

La sección de árbitros de Cinisello Balsamo, de la que era miembro la exfiscal jefe de La Haya Rosario D’Onofrio, fue detenida por tráfico de drogas el 12 de noviembre sobre la base de una investigación de la DDA de Milán. Ayer trascendió que su presidente, Giuseppe Esposito, en los últimos meses habría sido puesto en conocimiento, por un miembro de la sección, de «noticias y circunstancias» sobre el propio D’Onofrio, quien ya en marzo de 2020 -por tanto en pleno confinamiento- había sido detenido por la Guardia di Finanza en el peaje de Lainate porque «encontrado con uniforme militar (…) circulaba en Lombardía para hacer entregas de drogas». Llevaba consigo 40 kilos de marihuana. En el ámbito del narcotráfico, D’Onofrio era conocido como «Rambo» y habría jugado un papel decisivo en la logística de importación de estupefacientes, introduciendo en Lombardía más de seis toneladas de marihuana y hachís. A pesar de ello, el propio D’Onofrio fue nombrado fiscal jefe de La Haya en marzo de 2021, esencialmente una especie de fiscal, a pesar de estar bajo arresto domiciliario. Un papel decididamente prestigioso y de gran responsabilidad, ya que le correspondía investigar las posibles irregularidades cometidas por los árbitros: en año y medio había abierto 110 expedientes, una actividad frenética que no había pasado desapercibida. D’Onofrio había ingresado a la Comisión Disciplinaria en 2013, con Marcello Nicchi como presidente.

Ayer, por tanto, por primera vez se supo que al menos alguien, dentro del mundo del arbitraje, tenía un panorama de la situación de D’Onofrio. Entre otras cosas, el presidente de la sección Cinisello también fue responsable de su ética, que es una razón más por la que debería haber hablado. El domingo el comité de emergencia de La Haya destituirá a Giuseppe Esposito, quien habría estado al tanto de «noticias y circunstancias» pero no las habría hecho llegar a sus superiores, incluido el presidente nacional, Alfredo Trentalange. Fue el propio Trentalange quien decidió ayer la puesta en marcha del tramo, informando a la FIGC. Mientras tanto, la fiscalía federal estudia los papeles de la investigación penal para entender si hay elementos para la justicia deportiva, pero por el momento no habría extremos para hacerlo.



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