El dueño del café de repente creó Doe Maars De Bom. En su opinión, ¿había un burbujeo demasiado despreocupado en algunas mesas, o entendió nuestra necesidad de alivio cómico? Bien lo habría intuido, porque de inmediato el coro retumbó desde muchas gargantas: ‘Solo déjalo caer, porque sucederá…’
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