La ministra de Asuntos Exteriores, Hadja Lahbib (MR), y la ministra de Cooperación al Desarrollo, Caroline Gennez, convocaron esta mañana al embajador israelí para expresar su indignación por el bombardeo de la oficina de la agencia belga de cooperación al desarrollo, Enabel, en Gaza. Bélgica condena “enérgicamente” el ataque “absolutamente inaceptable” en la franja palestina de Gaza.
Según Lahbib, no había empleados en la oficina en el momento del ataque israelí. Las oficinas de Enabel estaban ubicadas en una torre de seis pisos en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja de Gaza. La agencia promotora alquiló un piso del edificio. Los demás pisos fueron alquilados, entre otros, por Handicap International.
El gobierno decidió el mes pasado evacuar a los 19 empleados locales y sus familias. Esto ya se ha logrado para dos de ellos, que tienen doble nacionalidad. Los otros diecisiete son palestinos y aún no pueden abandonar la zona. Incluyendo a sus familias, que también pueden ser repatriadas, la cifra asciende a 70 personas. “Contamos con que estas personas, incluidos muchos niños, puedan abandonar Gaza rápidamente y sin sufrir daños”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores.
La destrucción de objetivos no militares es “contraria al derecho internacional”, subrayó Lahbib tras su conversación con el embajador israelí. Bélgica volverá a insistir dentro de la UE en que Israel compense el daño que causa a los proyectos de la UE y de los países de la UE en la Franja de Gaza. Queda poco de Gaza ahora que Israel lleva meses llevando a cabo ataques allí para eliminar a Hamás y liberar a los rehenes.
La embajadora Idit Rosenzweig-Abu aseguró a la agencia de noticias Belga que Israel está investigando actualmente si el bombardeo fue realmente realizado por el ejército israelí. “Una vez que tengamos esa información, la compartiremos”.