La “gran mayoría” de los estados miembros de la Unión Europea quieren seguir brindando ayuda a los territorios palestinos. No se puede hablar de una congelación de los fondos de ayuda europeos. Dada la emergencia humanitaria en la Franja de Gaza, la UE necesitará proporcionar más ayuda, no menos.
Así lo afirmó el martes por la tarde el jefe de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, tras una reunión de ministros de Asuntos Exteriores europeos. Borrell también afirmó que la UE está en contra del bloqueo de Israel a la Franja de Gaza.
La UE es el mayor donante en los territorios palestinos. Cada año la Unión transfiere más de 300 millones de euros. El lunes, el comisario europeo húngaro, Olivér Várhelyi, escribió en X que la UE congelaría el dinero de la ayuda después de los ataques del sábado. Eso llevó inmediatamente a una disputa diplomática. España, Irlanda y otros países se opusieron firmemente a tal medida. El lunes por la tarde, la Comisión despidió a Várhelyi. La congelación había desaparecido. Se llevaría a cabo una investigación sobre el dinero de la ayuda, para evitar que el dinero termine en manos de Hamás por la puerta trasera.
“Comprobemos eso de nuevo”, dijo Borrell. “Pero es injusto castigar colectivamente al pueblo palestino por las acciones de Hamás”.
Gran parte del dinero europeo va a la Autoridad Palestina, que gobierna Cisjordania. Se utiliza, entre otras cosas, para pensiones, prestaciones sociales y salarios de los funcionarios. “La Autoridad Palestina no es Hamás”, dijo Borrell. “Ella es una socia con la que trabajamos”.
Congelar la ayuda a la Autoridad Palestina dañaría gravemente la diplomacia de la UE en un momento en que la comunidad internacional debe intentar evitar una mayor escalada en Oriente Medio. Además, “sería un regalo para Hamás”, afirmó Borrell. Un mayor empobrecimiento de Cisjordania sólo favorecería a los radicales.
Borrell reiteró la posición de la UE de que Israel tiene derecho a defenderse tras los ataques de Hamás, pero debe hacerlo dentro de los límites del derecho internacional. Entonces debe haber una solución que ofrezca a los palestinos la perspectiva de paz y una vida mejor. “De lo contrario, el ciclo de violencia simplemente comenzará de nuevo”, afirmó Borrell. “Una solución de dos Estados sigue siendo la única solución que conocemos. Pero treinta años después de los acuerdos de Camp David, esa solución parece más lejana que nunca”, afirmó Borrell. Dijo que espera que la guerra entre Israel y Hamás despierte a la comunidad internacional para que haga mayores esfuerzos que en los últimos años para encontrar una solución al conflicto palestino-israelí.
Peter Giessen