Hay algo conmovedor en ver a Katja Schuurman regresar a las costas españolas. ¡Su personaje Frida es solo una sombra de la coqueta bomba de baño que era en el clásico romkom Costa de Johan Nijenhuis! de 2001. Como madre soltera, recuerda sus días como utilería en Salou con sentimientos tanto de placer como de dolor. O para decirlo en poesía GTST: el tiempo del descuido ha terminado.
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