A finales de agosto se celebró en Beijing la “RISC-V Summit China”, una cumbre internacional, reunida en torno a la promoción de una tecnología en auge. RISC-V es un juego…
A finales de agosto se celebró en Beijing la “RISC-V Summit China”, una cumbre internacional, reunida en torno a la promoción de una tecnología en auge. RISC-V es un conjunto de instrucciones, una arquitectura de acceso abierto, que permite el diseño de chips. A China, en su carrera por la independencia en este campo, le gusta especialmente. Con el apoyo de las autoridades locales o nacionales, nueve empresas han decidido trabajar de la mano.
China confía en RISC-V
T-Head, la unidad de chips de Alibaba, StarFive con la ayuda de Baidu, el fabricante VeriSilicon y otras cinco empresas chinas de chips, llegaron a un acuerdo el 28 de agosto al margen de un evento en Shanghai sobre la arquitectura RISC-V. Han acordado compartir sus patentes, no demandar por infracción de patentes y ceder conjuntamente sus licencias a terceros, informa el Poste matutino del sur de Chinainforma un medio oficial local de Shanghai.
Unos días antes, en Beijing, se celebró lo que los organizadores presentaron como el foro más importante en torno a esta misma tecnología. 2.000 participantes, representantes de empresas, universidades, centros de investigación e inversores se habrían codeado allí para promover el desarrollo de RISC-V.
En esta ocasión, Calista Redmond, líder de la organización sin fines de lucro RISC-V International, que cuenta con 3.100 miembros en 70 países, declaró con orgullo: El desarrollo de RISC-V es imparable hoy en día y ya existen más de 10 mil millones de chips RISC-V “.
Esta arquitectura, esencial en el diseño de chips, se considera un arma para socavar el dominio de este mercado por parte de Arm e Intel. De código abierto, atrae cada vez más a las mayores empresas del sector, americanas, europeas y especialmente chinas.
Creado en la Universidad de Berkeley en 2010, organizado e inaugurado en 2015 en torno a RISC-V International, el RISC-V quiere, según sus promotores, sin tomar ” posición política “. Para ello, la asociación se trasladó en 2019 a Suiza, lejos de las leyes estadounidenses que limitan las exportaciones de chips.
En Shanghai, que presume de ser el centro industrial de los semiconductores, la ciudad ha visto nacer la mayor fábrica del país, la Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), que apuesta por ella desde 2018. Se han ofrecido incentivos económicos para iniciar- ups.-up, se han impulsado organizaciones profesionales, incluida una de las ramas regionales de RISC-V International, el Consorcio Industrial RISC-V de China.
China espera encontrar una puerta abierta para evitar parte de las sanciones estadounidenses. Su naturaleza de código abierto se ve como una oportunidad para ponerse al día tecnológicamente sin tener que gastar las fortunas en investigación y desarrollo que normalmente se requieren.